23 de Diciembre, 2007
· General |
AMOS OZ |
(Jerusalén, 1939) es, en la actualidad, el novelista israelí más conocido. Acaba de recibir el premio Príncipe de Asturias (España), que se suma a otros importantes galardones cosechados a lo largo de su carrera: el premio Goethe de Literatura (Alemania) y el Premio Nacional de Literatura (Israel). Oz logró el reconocimiento de la crítica y de los lectores con su primer libro de cuentos, “Donde aúllan los chacales”, publicado en 1965. Allí retrata, con un lenguaje plagado de metáforas, la vida en un kibbutz. Lo sucedieron unos quince títulos más, entre novelas, ensayos, memorias y relatos. Su obra se tradujo a treinta idiomas, incluido el español. Desde la década de 1960 hizo pública su irrevocable postura respecto de la necesidad de conformar un Estado palestino. Propuso como solución la partición de los territorios en conflicto en un Estado judío y uno palestino. Cada uno otorgaría ciudadanía a sus habitantes, y los árabes residentes en el actual Estado de Israel podrían elegir a cuál pertenecer. Fue uno de los fundadores del movimiento pacifista Shalom ajshav.
Lengua en hibernación Amos Oz lleva 40 años de militancia por la paz en su país, al cual dice amar a pesar de no estar de acuerdo con sus políticas. En cuanto al hebreo, el idioma bíblico que pasó 17 siglos en hibernación -durante los cuales solamente se lo escribió-, y que a principios del siglo XX se recuperó como lengua oral común a los habitantes de Israel, su postura es diferente. “Soy un fan -admite-. Es mi instrumento musical, es mi vida. Para mí, el hebreo es una orquesta muy rica, con algunos instrumentos arcaicos como el clavicordio, y otros contemporáneos”. Su explicación de este fenómeno es que se trataba de la única lengua que tenían en común judíos de sitios tan disímiles como Rumania, Hungría o Francia, quienes, al llegar a Jerusalén, tuvieron que comunicarse de alguna forma. “Volvió a convertirse en una lengua viva en el momento en que un chico le susurró a una chica, o una chica a un chico, ‘te quiero’ en hebreo”, afirma el novelista. A los quince años, Amos Oz fue a vivir al kibbutz Julda, donde residió durante más de tres décadas. Estudió filosofía y literatura en la Universidad de Jerusalén. Casado y padre de tres hijos, sus ganancias por derechos de autor iban a las arcas del kibbutz hasta que, en 1986, se mudó a Arad, un pueblo en medio del desierto cercano al Mar Muerto. Recién entonces, por primera vez, fue propietario de algo más que de su ropa y sus libros. “El paisaje aquí no difiere del de la época de los profetas y de Jesús”, afirma Oz. Allí reside actualmente, mientras continúa escribiendo y dictando clases de Literatura en la Universidad Ben Gurión y en prestigiosas universidades de Estados Unidos y de Inglaterra. Una de sus obras más reconocidas, tanto por la crítica como por el público lector de una gran cantidad de países es Un relato de amor y tinieblas (Siruela). Comparada con Habla, memoria, de Vladimir Nabokov, se trata de un relato de infancia en forma de memoir, narrada en una prosa sumamente vigorosa. Relata una historia de infancia que comienza en la época del mandato británico y termina con la formación del Estado de Israel. Quizá, lo que le brinda una particular energía sea la utilización elegante de la fricción entre lo personal y lo político. Además, es considerado el escritor que mejor ha sabido narrar la historia de Israel |
|
publicado por
sinai a las 23:23 · Sin comentarios
· Recomendar |
|
|
Sobre mí |
EB PEKER
Academia filosofica hebrea Sinai Israel un enfoque universalista de la mistika y la teoria de la Idea
»
Ver perfil
|
|
|
Calendario |
 |
Mayo 2025 |
 |
|
DO | LU | MA | MI | JU | VI | SA | | | | | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 | 31 |
|
|
|
|
|